Así pues, señor, quieres conocer, no lo que es la filosofía, sino qué es hacer filosofía… qué se siente el filosofar, porque pretendes ser filósofo.
Bien, te diré lo que puedo decirte y ay de ti si deseas continuar. Existen quienes quieren ver un consuelo y menguar su dolor, se dicen no a la vida y se despiden de ella teniendo como aliada, según ellos, a la dichosa Sofía… así pretenden ser amantes de Sofía, pero ese amor es falso y su Sofía no es más que una ilusión; un travesti que menea las caderas y sólo seduce a gente superflua; antes solo que ser amante de un ser como tal.
Filosofar es tomar la vida por los cuernos, estando en plena conciencia de que en cualquier momento te puede cornear y sabiendo que, de hecho así será, sino no es garantizada tu filosofía, es esperar y sentir esa agresión, es desgarrarte y desangrarte ante ese toro llamado vida. Y después de tal cogida, no volverte un llorón que desea ser comprendido o redimido del dolor. ¿Buscas el dolor? ¿Buscas los cuernos? ¿Buscas tu perdición? ¿Buscas la muerte? ¡Venga! Entonces te ánimo a filosofar.
Existen hoy en día escuelas – instituciones – de filosofía; no son más que panoramas. No te llames filósofo por estudiar en una de estas, aún cuando termines y lo hagas con honores. No por mirar el arte, te vuelves artista; no por saber de arte te vuelves artista, no por saber qué es arte y qué no lo es, te conviertes en artista. Crea y así sí lo serás.
¿Buscas el dolor? ¿Buscas los cuernos? Si pretendes filosofar, no verás dolor ni cuernos, sino filosofía. ¿Buscas tu perdición? ¿Buscas la muerte? Si pretendes filosofar, no verás perdición ni muerte, sino vida.
Y amarás esta vista, que vista tan hermosa: la filosofía y la vida juntas tomadas de la mano… y saber que tú has sido el creador de ello. ¿Quieres saber qué se siente? Pues filosofa. ¿quieres que te diga qué se siente? Entonces no estás preparado para esta vista.
Bien, te diré lo que puedo decirte y ay de ti si deseas continuar. Existen quienes quieren ver un consuelo y menguar su dolor, se dicen no a la vida y se despiden de ella teniendo como aliada, según ellos, a la dichosa Sofía… así pretenden ser amantes de Sofía, pero ese amor es falso y su Sofía no es más que una ilusión; un travesti que menea las caderas y sólo seduce a gente superflua; antes solo que ser amante de un ser como tal.
Filosofar es tomar la vida por los cuernos, estando en plena conciencia de que en cualquier momento te puede cornear y sabiendo que, de hecho así será, sino no es garantizada tu filosofía, es esperar y sentir esa agresión, es desgarrarte y desangrarte ante ese toro llamado vida. Y después de tal cogida, no volverte un llorón que desea ser comprendido o redimido del dolor. ¿Buscas el dolor? ¿Buscas los cuernos? ¿Buscas tu perdición? ¿Buscas la muerte? ¡Venga! Entonces te ánimo a filosofar.
Existen hoy en día escuelas – instituciones – de filosofía; no son más que panoramas. No te llames filósofo por estudiar en una de estas, aún cuando termines y lo hagas con honores. No por mirar el arte, te vuelves artista; no por saber de arte te vuelves artista, no por saber qué es arte y qué no lo es, te conviertes en artista. Crea y así sí lo serás.
¿Buscas el dolor? ¿Buscas los cuernos? Si pretendes filosofar, no verás dolor ni cuernos, sino filosofía. ¿Buscas tu perdición? ¿Buscas la muerte? Si pretendes filosofar, no verás perdición ni muerte, sino vida.
Y amarás esta vista, que vista tan hermosa: la filosofía y la vida juntas tomadas de la mano… y saber que tú has sido el creador de ello. ¿Quieres saber qué se siente? Pues filosofa. ¿quieres que te diga qué se siente? Entonces no estás preparado para esta vista.