Nuestra mayor virtud es el don del pecado
No hay silencios en el hombre y sin embargo algo calla.
En el fondo, muy en el fondo un oscuro misterio le llama:
¡Pronúnciame y anúnciame, pero toda palabra es vana;
Tu corazón es un remolino que siempre está en batalla!
Así es la vida del humano
Matando todo lo deseado.
Con su palabra se cree divino;
Lo mejor es que nunca hubiera existido.
Pero en su terrible mundanidad
Encuentra un deleite:
Presiente y se acerca a la muerte…
Y en esa terrible de solemnidad
¿Podrá el hombre callar?
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