junio 17, 2011

Cosas de la vida


La noche era oscura y silenciosa, ideal para que la magia se hiciera presente.

En la calle “Allende” todos estaban bien dormidos, era muy tarde ya. La habitación del pequeño Paco, era al igual que él, pequeña, pero llena de comodidades. En su cama roncaba muy mono el niño mientras abrazaba la almohada que estaba algo húmeda, pues Paco babeaba en las noches. Sus sueños no los sabremos jamás. No importa sin embargo, lo que soñaba esa noche, pues fuera lo que sea, duró muy poco.

Todo comenzó por la ventana, por ella, algo extraño ingresó al cuarto de Paco, un tipo de luciérnaga, que voló sondeando todos los rincones de la habitación, cuando estuvo en frente del niño, empezó a crecer y crecer hasta formar la imagen de una persona, una mujer para ser exacto, por fin Paco se despertó. Asustado preguntó al ser que tenía en frente, quién era y qué quería. Ella sonrío y le reveló el secreto “soy tu hada madrina, y esta noche mágica te concederé un deseo”, el niño sin pensarlo dos veces y sin dudar de lo que le acontecía – había leído tantos cuentos que estaba seguro de la existencia de las hadas que cumplen deseos – gritó con todas sus fuerzas: ¡quiero ser un títere de madera!

1 comentario:

  1. Wow Isaac haha me encantó el final, la verdad no me esperaba eso haha saludos

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