(A veces soy hombre,
A veces luciérnaga;
En ocasiones vuelo en las alturas
Y en ocasiones me hundo en las profundidades)
El camino al cielo produce vértigo
Y las luciérnagas no se atreven a alcanzarlo
¿Qué ansia tiene el hombre que supera a los insectos?
Deseoso de lanzarse, busca el sitio más alto.
La seducción del suicidio parece ser una fortuna en el humano;
Hace que este crezca y su corazón se inflame.
¡Ay, luciérnaga, préstame tus alas!
Dame como obsequio el brillo que en la noche haces.
Babel un día nos separó
Cielo, hombre y luciérnaga, cada quien por su lado
Caminando, volando y reluciendo,
Sin la noción que fuimos creados para estar Unidos.
¡Ay, luminosa!
Tú que tiemblas
Yo que muero
Qué tal si te doy mi arrebato
Y ambos nos volvemos eternos.
Podremos crear con nuestra Unión
Una escalera que nos lleve a la mar celestial,
Sólo basta que me tomes la mano,
Sólo basta que hagamos de la vida un poema.
Sólo eso y nada más
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